Empieza por deslizar tu lengua para que tus mandíbulas y tu masa muscular se vaya relajando. No te enfoque únicamente en el pene y en el glande porque, como sabemos que es la parte más sensible, hay que dejarla para el final para que sea una bomba de explosiones de sensaciones deliciosas.
Comienza por deslizar tu lengua por la línea divisoria de los testículos y ves subiendo por todo el tronco del pene. Todas estas sensaciones para él van a ser distintas. Una vez hecho esto, sube con la lengua en espiral por todo el tronco del pene hasta llegar a la corona del glande donde volverás a insistir nuevamente con tu lengua en forma circular.
A continuación empieza con las succiones. Para que sean más placenteras, suaves y ligeras, acompáñalas de mucha saliva o lubricante. Deja que el pene entre en tu boca poco a poco a la vez que vas haciendo succiones de vez en cuando.
Acompaña estas maravillosas succiones con estímulos manuales. Para ello asegúrate que tu mano se encuentra húmeda y ves subiendo poco a poco, sin presionar demasiado.
Únicamente permite que el pene entre en tu boca hasta donde tú te sientas cómoda porque lo más importante es que tú lo tienes que disfrutar tanto o más que él.
Tus mofletes harán un gran trabajo si permanecen ligeramente hundidos porque van a generar un mejor efecto de succión y por lo tanto, de caricias. No olvides mover tu lengua también.
Si quieres llevarlo al éxtasis, ahora empieza a ir hacia arriba en espiral, ayudándote de las manos y justamente cuando llegues al glande harás extra de succión y extra de estimulación lingual en círculos.
Y ahora necesitas sólo una cosita más para volverle completamente loco: para ello utiliza un vibrador o anillo vibrador lubricado y vas a colocarlo justo en la unión de sus testículos con su pene y vas a permitir que todas esas vibraciones se vayan difundiendo por todos sus testículos y su pene y demás, activando la sensibilidad y entonces comienzas de nuevo a bajar y subir con las succiones.
¡Eso va a ser un REGALAZO tremendo y no habrá hombre que no caiga rendido a tus pies!