Todos queremos tener una relación de pareja llena de Alegría, Felicidad y Amor.
Lamentablemente en alguna ocasión hemos tenido relaciones tóxicas en un momento de nuestra vida. Algunas personas han tenido demasiadas relaciones de este tipo y ni siquiera saben cómo es una relación Sana. En Zouk siempre apostamos por el amor, así que ahí van algunos consejos para que tu relación sea Sana y no se convierta en tóxica:
1. Cada miembro de la pareja son responsables de su propia felicidad de manera individual
Mucha gente deposita en su pareja la responsabilidad de hacerle feliz, de llenarle su vida de satisfacción y amor. Sin embargo, en una relación verdaderamente sana, ninguno de los miembros de la pareja espera que el otro sea su única fuente de felicidad. Ambos saben que son seres individuales y son los únicos responsables de su propia felicidad y su propio bienestar. Saben que están ahí para complementar y para aportar, pero cada uno es responsable se sus propios actos.
2. Ninguno de los dos intenta controlar o “mejorar” al otro
Si uno de los dos está acostumbrado a una cosa, y el otro a otra cosa diferente, en una relación sana, no se intenta “hacer mejorar” al otro constantemente. Hay que asumir que cada uno es como es. Ambos ponen de su parte para llegar a un punto intermedio, pero siempre respetando la personalidad de cada uno y encontrando en ella las cosas positivas que nos complementa y nos aporta. Es un error obligar a cambiar a la otra persona o a convertirse en alguien diferente. A nadie le gusta que le cambien sin haberlo pedido, así que no va a cambiar por sentirse presionado.
3. La relación está equilibrada
Ninguno de los dos tiene más poder que el otro sobre las decisiones que se toman en la pareja. La palabra de los dos vale lo mismo, y ambos tiene el mismo control sobre las decisiones que se toman. Otra cosa diferente es que cada uno se ocupa de lo que se le da mejor, por ejemplo uno se ocupa de los temas financieros y otro se ocupa de la decoración, pero siempre respetando la opinión del otro.
4. Los conflictos se resuelven afrontándolos
En una relación sana, un conflicto no es un motivo para terminar con la relación. El hecho de que haya conflictos es sano, ya que nos ofrece una oportunidad para aprender, para madurar, y para conocer mejor a tu pareja. En una relación sana, las dos partes hablan abiertamente y sin miedo de sus sentimientos y de sus diferentes puntos de vista, siempre bajo la sinceridad y el respeto mutuo. Los conflictos forman parte de nuestra vida y hay que afrontar las frustraciones y aprender a resolverlas, en vez de reprimirlas o mirar hacia otro lado. Ambos miembros entienden que no siempre van a estar de acuerdo en todo.
5. Se habla de sentimientos sincera y abiertamente
Los dos miembros de la pareja comparten libremente sus sentimientos con el otro. Se respetan y se aceptan. Si este punto lo obviamos, seguramente podría ser una fuente de conflictos en el futuro.
6. Los miembros de la pareja se toman su tiempo para cuidar de sí mismos
Cada miembro de la pareja tiene que cuidar su propia parcela, y ambos tienen que tenerla, porque es sano. Es un error invadir la parcela de la pareja y pretender que dependa todo el tiempo del otro. Cada uno tiene que tener su propio tiempo para hacer lo que a cada uno le guste.
7. Los dos valoran la relación y quieren estar juntos libremente
Las dos partes están dispuestas a solucionar los conflictos juntas. Ambos se comprometen a aprender y crecer como persona sin importar las dificultades que surjan en el camino. En una relación sana, los dos quieren estar juntos libremente, sin estar condicionados por economía, hijos, parientes, …. sino que quieren estar juntos por el simple hecho de poder compartir la vida con la otra persona. La seguridad no es la motivación principal para seguir con la relación, ya que la motivación que supone amarse mutuamente está por encima de todo!
Siempre podemos mejorar como personas.